Expectativas


Hace tiempo llegó a mis manos una "fórmula" que tenía relación con el grado de satisfacción y que -a mi parecer- es extrapolable a todos los ámbitos de la vida. Tiene además la facultad de constituir una de esas curiosas "reglas memotécnicas" (aquellas que te permiten asociar y codificar lo que estás estudiando con algún otro aspecto), con la que me siento plenamente identificada en este proceso de búsqueda. La regla sería "SER" y la fórmula:

S= E-R

O lo que es lo mismo, que el grado de satisfacción es igual a las expectativas menos el resultado.

Aunque a priori pudiera parecerlo, he de confesar que es la primera vez que mi percepción no se ajusta del todo a esta premisa: quizá tenga algo que ver con transformar la mirada o con aquello de lograr visualizar una botella medio llena, en lugar de una botella media vacía... ¡quién sabe!


También es cierto que mis expectativas eran muy altas y los resultados (por el momento) no son los esperados, aunque he de decir que conforme pasa el tiempo y sigo buscándole, siento satisfacción por la oportunidad de conocer el escenario de su época, historias comunes a las suyas e incluso episodios históricos que al estudiarlos en la infancia pasaron al olvido y hoy al re-descubrirlos (o en el caso de Italia, estudiando los regionalismos con sumo detalle) y asimililarlos con mejor disposición: me atrevería a decir que incluso a "vivirlos".

Italia entre 1815-1859Italia en 1861

A veces pienso que todavía no he dado con él sencillamente porque este deambular, es una preparación y como se suele decir al transitar la ruta xacobea: "lo importante no es Santiago... es el camino".

En mi peregrinación particular, una nueva negativa: la del Anagrafe de la Comune di Viggiù, que me informan que no disponen de registros anteriores a 1866, aunque han tenido la amabilidad de consultar los archivos parroquiales, sin éxito e incluso me sugieren que contacte con la Parrocchia di Bisuschio (pueblecito limítrofe, a 4.5 Km), en donde puede que encuentre el certificado de nacimiento de Vincenzo, ya que "Comolli" es un apellido muy arraigado en el lugar.


En definitiva, que seguiremos buscando motivados por ese curioso deseo de probar la infalibilidad de la "fórmula del Grado de Satisfacción"


atisfacción = xpectativas  esultados

y también de la "Ley de las Expectativas", que establece que todo lo que esperes con una determinada certeza... ¡se convertirá en tu propia profecía de auto cumplimiento!


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